La terapia gestalt consiste en una intervención psicológica integral y holística, teniendo en cuenta las diferentes áreas del ser humano: sensaciones, emociones, pensamientos, cuerpo y conductas.

Tiene en cuenta la importancia de la autorregulación del organismo y adaptación al medio ambiente, en concreto la importancia de atender las propias necesidades, teniendo en cuenta la adaptación al medio donde se desenvuelve la persona. Se trata de que la persona realice sus posibilidades y capacidades. «La autorregulación es el proceso mediante el cual el organismo interactúa con el ambiente para equilibrarse» (Perls, 1974).

Para llegar a esta autorregulación, la persona debe previamente desarrollar, con ayuda de la terapia, su capacidad de «darse cuenta», la capacidad de comprender y entender aspectos de sí misma, y situaciones, o cualquier otra circunstancia que se produzca en su mundo: acontecimientos, sensaciones, emociones, etc, así podrá realizar cambios en su forma de actuar.

Las sesiones son individuales principalmente, en el formato de consulta psicológica individual.